lunes, diciembre 29, 2008

Diciembre húmedo

Estoy casi desnuda y con pedazos en carne viva, así y todo, siguen diciendo que estoy hermosa...
Se termina otro diciembre, y otro año más, y recuerdo que el que terminó el año pasado fue húmedo –casi en su totalidad–, como este que ya está a centímetros de llegar a su fin.
No me interesan los balances, ni creo en deseos cumplidos con posterioridad, a excepción de los autocumplidos, de aquellos que salen de nuestras vísceras, de la pasión que le ponemos a la vida.
Pero lo que sí es verdad, debo reconocerlo, es que si yo hubiera podido evitar ciertas cosas que acontecieron este año, si hubieran dependido de mí, habría «ejercido» deseos autocumplidos.
Sé que el llanto del año pasado fue muy diferente al que llovió este diciembre; sé, además, que soy otra Julieta que la que vivió el diciembre pasado, que le da valor a lo que cree más trascendente y supremo en la vida.
Sin embargo, algo sigue intacto: mi capacidad de llorar, ese hecho que por momentos me nubla la vista para el raciocinio, y tal vez, solo tal vez, ese pueda ser mi deseo para autocumplir en el 2009...
Mientras tanto, seguiré armándome como una guerrera, una luchadora en pos de mi felicidad, y quién te dice que el diciembre próximo sea de clima seco...

Tréboles de cuatro hojas. Silvina Garré


jueves, diciembre 11, 2008

Sesenta años que no

A Mily


H
oy, posiblemente, estarías sobre un escenario o, tal vez, no;
hoy podríamos hablar de muchas cosas;
hoy conocería tus ojos tan expresivos;
hoy cumplirías sesenta años
que te fueron arrebatados justo a la mitad...



¡Feliz cumpleaños, Diego!






Más que un deseo. Las pelotas

Metafísica del amor

Soy de cristales
esparcidos por varios lados
mi cabeza está dividida
meiosis
mitosis
hija biológica
bio
pero sin lógica
y una vida
de rocanrol
sin serlo
trasnochada esperanza
y trabajo
y arduo
y preguntas
de las que me harta imaginar las respuestas.
Y me quedan veinticinco páginas
y esto no avanza
y no sé dónde estamos
hacia dónde no-vamos
(¿o creés que sí?)
Y no esbozamos sonrisas de ningún tipo
ni factor.
De riesgo.
Tediosa imaginación
y espacio.
¿despacio como nunca cumplimos?
Y sigo acá
con mi corrección
por ahí se me ocurre algo...