domingo, mayo 31, 2009

Incertidumbre y no

La incertidumbre no duele. Lo que duele es la certeza de lo inevitable. La piel de lo que conocés y no querés ver. La desidia, el desinterés, la ceguera ante algo que está ante tus ojos y que no querés –o no podés– ver.
La vida continúa y continuará por los siglos de los siglos, y esa esfera de polvo que sos quedará flotando hasta que el Universo termine.
Valen el estoicismo y la capacidad de saber que caminando –aunque no se llegue a Roma–, te van a llevar al lugar que vos conducís.
Y eso es crecer.





Parado. Juan Carlos Baglietto




sábado, mayo 30, 2009

Una vida como tantas (historias máximas)

Me estoy enamorando de la vida, cosa loca a los treinta y cinco años... Pero trueco la culpa por la responsabilidad y la conciencia.
Elijo qué leer y cuándo, y ahorita disfruto de las ventanillas y el sol dorado de las primeras horas de la mañana.
Y en el último tiempo, de las enfermedades y las muertes y las tristezas o simplemente la vida, recorro con mis ojos miopes las facetas de colores de cada instante que siguen regalándome las ganas y las sonrisas a carcajadas, mientras disfruto de horas de trabajo en una tarea que no tiene nada que ver conmigo, pero sí, con la gente con la que laburo...
Y eso me da fuerza al llegar a casa y planificar mi futuro (y soñar en regalarle una alegría a mamá o lo mejor de mí a mi amor y a todos los que le plazca a mis ganas...)
Y encuentro raptos de cordura necesaria para mí (y no) y para los demás (y no).
Me siento vital, me siento sabia (con savia por mis venas).
Y luchadora.
Y vuelvo a cambiar los miedos y la culpa por cierta madurez sensata, pero no aburrida.
Y te dejo leerte en mis ojos y en mi piel plagada de vos... (y de mi aire que me respira fulgurando mi piel)...

Es lindo sentir que una puede sostenerse sola (a pesar de tus dos alas).


Simple. Sandra Mihanovich


domingo, mayo 17, 2009

R.I.P.*

No pensaba escribir hasta terminar con la locura que me abraza, pero decidí, en realidad, hacer una excepción y dejar que hable alguien que me acompañó durante mi adolescencia y hasta hace unos años, también, (de hecho, estuve buscando un libro para mi amor, que dicen que está agotado), ahora, desde el cielo, porque me acabo de enterar de que se fue hoy...

Primero, una poesía que siempre me gustó, por la historia (que es difícil de encontrar de manera tan fotográfica en este género) y por su cadencia majestuosa, por supuesto, en su propia voz...

Luego, una yapa...

¡Adios, Mario! (allá, en el cielo, buscá a un rosaringuino llamado Roberto, con quien seguro vas a poder tomarte unos mates...)



Los formales y el frío. Mario Benedetti por Mario Benedetti




Una mujer desnuda y en lo oscuro. Mario Benedetti por Joan Manuel Serrat






* Lo que pienso acerca de su persona, como luchador, revolucionario, etc., me lo quedo para mí...