La gente sigue apareciendo, tal vez un poco por tu culpa, que me inyecta tu amor, tu apoyo (espero no consuma toda tu energía).
Me reparo de a pedacitos, y sigo con mitad miedo, mitad pilas. Y duermo siesta, y soy colcha de patchwok (o como se escriba) e imagino nuestra casa, y no.
Siento, raramente (¿por cuánto tiempo?), que puedo soltar algunas manos, pero otras, de ninguna manera.
Necesito seguridades, y por eso mi tema sea la "Seguridad" de la que hablan los málditos medios. Y encima me dan de comer.
Temo escribir, temo decir. Temo, bah.
Y a la vez puedo darme el lujo de no creer.
Y este es un post medio gris para volver.
Y sin embargo no me importa, está tan enmalezado y tan tan tan, que, ¿importa?
Sin embargo, intento que no lo sea.
Basura en colores, decía la canción.
Y me lo creí...
;)
Huele a libertad. Vía Varela