viernes, febrero 12, 2010

Cericet

Mi pecho expele fuego con lavas lágrimas
espero que laven mi alma

Sonoro carozo que retuerce mis entrañas
y carcome el pensamiento del ¡basta!

No más refugio en esta noche de vísceras de muerte
no más tu uña crispada para lastimar mi yo
que pareciera ¡uh! –otra vez– virgen.

No quiero tus destellos de plástico berreta
mintiendome con sorna.

Ya no más.



Chau, no va más. Julia Zenko