El placer del texto es ese momento en que mi cuerpo comienza a seguir sus propias ideas –pues mi cuerpo no tiene las mismas ideas que yo–.
El placer del texto. Roland Barthes
¿Hasta cuándo mi cabeza se apoderará de mí, de mi boca, de mi cuerpo, de mis humedades y mis manos?
¿Cuándo dejará de invadir mis pensamientos, traspasar mis discursividades y arrasar mi lengua para vomitar palabras innecesarias?
¿Qué ocasionará la vibración extrema de mis visceras que no se calman siquiera con los miércoles blancos y rojos, y solo puedan descansar bajo los influjos de las yemas de mis dedos?
¿Por qué el estremecimiento y mi piel alerta, que me hacen arquear como un violín?
¿Cuál será la receta para el silencio, para resguardar y proteger mi intimidad más preciada?
¿Cuál?
Time of your life. Green day