martes, enero 30, 2007

Antídoto para la tristeza

Anteanoche hablaba con Toto sobre la muerte inesperada, y sobre la vida intensa (que su abuelo vivió como pocos, y que él, con sus escasos veinte años, hace una apuesta que sacude el aire…) y llegamos a la conclusión de que lo más triste de la muerte, es la ausencia. La ausencia de las risotadas, de las preguntas inteligentes, de la generosidad extrema, de la apología por la pizza, el vegetarianismo , y el tinto…; de la radio toda la noche; de los múltiples diarios –fueran de la competencia, o no– (al menos, ese es mi recuerdo de él hasta el momento de jubilarse); de las bermudas con zapatillas, de las multitudinarias noches (y días) en Miramar; de las revistas de Lorenzo y Pepita, y de Periquita, en la mencionada ciudad, cuando yo era chiquita…; de la música española –más precisamente de Las cosas del querer–; de Frank Sinatra y el tango, y él sacándola a bailar a Raquel, en los casamientos de sus hijos, o sobrinos; de la oración antes de la comida (que luego escuchamos con papá en una película española); de sentencias como “Cada uno en su casa, y Dios en la de todos”; de llamarla a Raquel, Pétalo, y a Raquel María, Petunia; del préstamo –y por supuesto posterior devolución, hecho que estaba dado por descontado– de Operación Masacre, cuando yo estudiaba Comunicación… Y hay miles de reminiscencias más, de Spiro, de domingos, de vacaciones…

Esas son las cosas que no debemos permitir que se lleve la muerte...

El antídoto para la tristeza es tener la capacidad de atesorar la buena vida del que se va; emular a aquel ser ejemplar que nos precedió en el camino, el que vivió una vida de la sanputa (y eso que pocas veces lo escuché putear, y si lo hacía, era con una disculpa previa), sin miedo a ser natural, espontáneo.

Seguramente se va a notar una ausencia, un hueco, un espacio que excede su anatomía real, por eso el miércoles pasado, cuando este mundo lo despedía – ¿por ahora?– con una lluvia (de lágrimas), y una multitud, y Octavio decía unas eruditas palabras de adiós, una prima suya no tuvo mejor idea que la de dejarlo ir, con un aplauso. Y valió la pena. Su vida, entonces, fue extraordinaria. Fue grande, sin proponérselo. Humilde hasta el cansancio.

El dolor va a durar mucho tiempo, pero con el dulce sabor de los recuerdos, de una vida fructífera que va a resonar por siempre….





De vez en cuando, la vida.Joan Manuel Serrat.

8 comentarios:

  1. Ayer Uruguay despidió al Pepe D'Elia, un histórico dirigente sindical respetado y valorado por sus convicciones, sus ideales y su conducta intachable.

    Un tipo que no solo marcó el ritmo del movimiento de trabajadores unificado por este lado del Plata, sino también que formó parte de la historia política de la izquierda uruguaya, y de la salida de la dictadura.

    Con gente así, uno tiene espejos para caminar a paso seguro!

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  2. muy wueno tu espacio, linda!

    que lindo ir saltando de blog en blog y encontrarse por casualidad con cosas lindas como esta.

    te invito a pasar por los mios:

    1)elextraniomundodemey.blogspot.com (ilustraciones, dibujos, pinturas, retazos de escritos y esas cosillas)

    2) meylandia.blogspot.com (unico objetivo reflexionar acerca de cosas que todos sabemos cagandote un poquito de risa)

    gracias!'

    besukeiros!

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  3. Gab: gracias por tu aporte histórico, por tu relato, por el regalo preciso (aunque en este caso tenga más que ver con algo personal, que el que vos compartís, pero que sirve igual como consuelo, inclusive).
    Te mando miles de besos:

    Ju

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  4. Mey:
    gracias a vos, por tu visita, por la invitación, y por tus palabras...
    Tengo curiosidad por saber cómo viniste a parar a mi
    casa , pero todo me hace suponer que sos amiga de la niña Cínica..., igual no importa de dónde vengas, ni hacia adónde vayas, sos bienvenida en mi morada.
    Ahorita nomás me voy para tus
    landias.
    Besos

    Ju

    pd: un secretito..., yo también soy Búfalo

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  5. Hola Ju. Bueno, muy lindo lo que has escrito. Yo siempre pienso a manera de consuelo que esa ausencia que nos deja la muerte de alguien nunca es total. Es como si las personas no terminaramos de morir, porque quedamos en una foto, en una anecdota, en la mente y en el corazon de un montón de gente. Dejamos huella digamos... Por eso creo que si uno deja esa huella, en cierta manera es inmortal. Y esa huella siempre depende, obviamente, de lo que hicimos en vida. Es interesante saberlo...
    me puse sentimental!!! jjajaja
    Bueno che, seguí llenando el blog de palabras y musicas que está bueno!
    saludos che!!!

    pd: te dijeron que sos nostalgica jeje, es muy simpatico

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  6. Ana:
    soy algo melancólica, sí. Y me hago cargo de ello, me alegra que eso te simpatice, aunque tal vez, sólo sea algo del momento actual, a mi vuelta de las vacaciones, te cuento....
    Si querés podés suscribirte a mi blog, y te enterás de las novedades que yo suba..., ¿querés?
    Además tengo que enseñarte a subir música, che, jajaja.

    besos:

    Ju

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  7. eeey ju....soy male! sisis tu sobrinita segunaale =) jejeje tengo todo el titulo....
    te encontre por el bog de toto...y que te puedo decir? boluda me hiciste llorar con el antidoto pra la tristeza....jejejej....igual yo no se si exise uno...es decir...a veces la unica manera de dejarlo ir es despues de haberlo llorado mares, oceanos, lagos, lagunas y charquitos...
    pero yo que se...
    te dejo mi mail, quea final nunca nos lo pasamos...male_sara@hot...
    locura segui escribiendo asi que nnca voy a dejar de leerte =)
    besos

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  8. Malenita preciosa:
    me alegran tus palabras, así como que te haya gustado este espacio, al cual podés visitar todas las veces que quieras... Al respecto de la tristeza..., no hay mucho que decir, más que que puedas sacar todo el dolor, así luego podés recordar con orgullo y alegría...
    te quiero mucho, y te abrazo fuerte fuerte, y ya te agendé para que charlemos...

    Ju, la tía...

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Sin caer en la tentación de ser pedante, descubro que la polifonía y la hipertextualidad me han hecho más rica.
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