viernes, mayo 23, 2008

Vaso medio lleno

Vos y la vida se empeñan en hacerme tirar para adelante. Y la garganta que me duele por alguna angina mal curada o un frío mal chupado o un grito que se [me] atraviesa ahí mismo, se siente más suave y menos dolorosa.
Y está tu caricia contra cada raspón, contra cada ceguera por broncas, por una inspiración que no llega, por la exigencia contra un mundo que no es ni mejor, ni menos peor, ni nada más que un mundo real. Estás vos, ojos chinos, beso, ojos y abrazo eterno.
Pero la vida no da golpiza sin puntada, ni sin hilo, ni sin ring, porque ahí algo bello aparece: menos bronca, menos gritos, o una palabra inesperada en un contexto inesperado, y tal vez una presencia que no sé si alguna vez se fue, o la olvidé, vuelve sin que una la llame.
Y el resultado da sonrisa.


¿Ves que el cielo no se puso tan negro? (...o a mi locura se le pasa enseguida...)


Eso que llevas ahí.Fito Paez

viernes, mayo 16, 2008

19 días (sin las quinientas noches, por suerte...)



  • Es un año menor que yo (pero pesa como si tuviera más edad y mayor peso....);
  • no tuve ganas de leer para la facu, ni de visitar blogs, ni de responder comentarios, ni de nada más que de dormir;
  • adelgacé un par de gramos (como mínimo);
  • a diferencia del año pasado, no llovió ni un día...;
  • Cielo Latini sigue robando (con el mismo librito del año pasado, y los ángeles de Vanina Gramuglia siguen rondándola....);
  • la gente es cada vez más ignorante...: tal vez esté menos fernetera, pero más mal educada y con peor humor;
  • al igual que el año pasado, un miembro de la comunidad blogger y comentarista mía, se acercó a mi lugar de trabajo para darme un regalo (¡gracias!);
  • volví a cometer la locura de quedarme hasta las 02:00 am, pero sin la alegría de antaño;
  • mi guantes de lana se recibió de santo (¡y eso que es ateo!);
  • me reconocieron, en mi puesto de trabajo, personas que ni yo imaginé;
  • mis mejores amigos no fueron;
  • este año, no me crucé con mi papá, pero sí, con un par de tíos y de primos;
  • la Biblioteca Nacional tiene una máquina expendedora de libritos por $ 1;
  • no me compré ni un libro;
  • volví a comprarle el regalo de cumpleaños a mi mamá, allí;
  • le dí la mano a Osvaldo Bayer (miento, él me la dio a mí);
  • mis anteojos sobreviven a los golpes, aún quedando torcidos;
  • los viejos, amantes de Filloy y lectores de Le monde diplomatique, quieren levantarme;
  • los chocolates son más ricos cuando me los compra Gas, y más, si ese día me pasa a buscar (smuacks y chuicks);
  • hay situaciones que te templan el carácter, y eso me pasó;
  • los contactos para posibles trabajos son siempre de lugares lejos de mi casa (muy)...
[Y debe seguir la lista, pero no recuerdo más. Agradezco esta oportunidad, pero no voy a completar la trilogía...]