martes, agosto 22, 2006

En qué ando

La semana pasada intenté postear algo, un poco para dar señales de vida, otro poco para no dejar al libre alberdrío de las malezas tecnológicas mi adorado jardín.

Hace días que quiero escrbir sobre Viamonte -mi casa anterior-, o sobre el príncipe de mi alma -que lo tuve muy cerquita la semana pasada-, o unas lineas en honor a mi familia, que tuve la dicha de tener muy cerca durante el transcurso de esta semana, de una manera u otra... Pero el vertiginoso tiempo y mi mala organización temporal hacen que esto se haya complicado...

Empecé taller literario -intentaré ir colgando lo que sea digno de colgar, a medida de que pueda ser colgado-; el viernes pasado me hicieron un estudio en los ojos, y pretendo ordenarme un poco, lo que implicaría menos tiempo frente a la pc, etc., así que esta es parte de la excusa-justificación de mi larga ausencia...

Prometo volver pronto, y deleitarlos con algo, o por lo menos estar más...

Recién me crucé con mi vieja en la calle..., los padres son lo más...

4 comentarios:

  1. Reapareciste!
    Cómo andas?
    Conta más del taller literario, yo estoy haciendo uno también, en el Rojas

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  2. ufff.... del taller sólo puedo decir que mañana tengo la segunda reunión (¿o clase?) y que recién llevaré ni primer texto... de ahí en más veremos qué sale.
    te extraño, de hecho intenté llamarte hoy, pero como siempre, el resultado fue = a un pelado...

    besos recién cenados

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  3. Te leí después de tanto tiempo y se me apareció Fito cantando: "algo de vos llega hasta mi, cuando era pibe tuve un jardín un jardín", y te imaginé cosechando las manzanas de tu blog, y plantando semillas de margaritas muy comprometidas en florecer.

    Ahí estabas sacando yuyitos a tu blog, para que tengamos todos tierra fertil donde sembrar nuestro cariño, donde ver florecer tus sueños... donde cosechar.

    Besos en los ojitos.

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  4. Gab:
    y nada, estos son los jardines, los paraisos, que a Dios gracias algunos podemos tener..., bienaventurados nosotros... (y no como otros que radican su felicidad en lo superficial, en lo violento, y en desestimar a otros..., en fin).
    Beso con ojos cerrados

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Sin caer en la tentación de ser pedante, descubro que la polifonía y la hipertextualidad me han hecho más rica.
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