martes, diciembre 12, 2006

La (dis)continuidad de los parques


Cerraron nuestra plaza. El último bastión que contenía nuestros besos tímidos, mis primeras lágrimas. Esa que estaba a pasos de nuestro primer café con leche, esa que, según vos, era mirada desde la pizzería de enfrente, mientras nosotros desafiábamos las leyes de gravedad y las normas de convivencia y buenas costumbres…
Hoy pasé con el colectivo y estaba toda prolijamente cerrada, alambrada, no sé si para plantar nuevos pastos, o flores, o para limpiarla. Pero me niego a que borren nuestros besos, nuestros recuerdos, nuestras caricias, nuestros susurros y abrazos.
Tal vez, ahora sí, florezca un nuevo amor.


This used to be my playground.Madonna


4 comentarios:

  1. La cerraron? Que lastima realmente.
    Es verdad que era espiada desde la pizzeria de enfrente, sin duda.

    Post triste y tema triste.

    Besos
    Tqm

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  2. Sí, la cerraron... Espero que sea abierta en breve...
    Lamento lo de la nota... (and my tears at phone...)
    Quierote:

    Ju

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  3. Es muy triste que pase eso, los recuerdos quedan en uno pero saber que el sitio donde ocurrieron simplemente deja de estar deja todo al mundo de los sueños... y que sucede cuando el color de los juegos va cambiando de la mente del niño que va creciendo? cuando los besos van atenuando su sabor a caramelos, y la musica de las hojas se la va llevando el viento? quizas nada que vaya a colapsar al universo, pero ya no es lo mismo.

    Triste, muy triste

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  4. Fer... sabias palabras (entendiste el espíritu del post...). Te busqué para agradecertelas, y para retractarme de las mías, pero ya no estabas... Igual hablamos en breve.
    Nuevamente gracias
    Ju

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Sin caer en la tentación de ser pedante, descubro que la polifonía y la hipertextualidad me han hecho más rica.
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